No me acordaba...

Viajo en el tiempo de un siglo a otro, de un ayer a un mañana, de una noche perdida en el fondo de la historia a una aurora donde ni el bien ni el mal se reconocen. Mil vidas se mezclan en una eternidad de recuerdos y el cielo de ahora puede envejecer sobre mi sueño y tornarse antigüo, como nunca imaginé.
Mi vida es viento y solo acaricio centurias y el tiempo cuando pasa por mis manos.
Siempre huyendo, siempre partiendo. Tal vez mi ayer no sea más que una mentira, tal vez siempre y nunca sean la misma palabra. Soledad. Soledad de un nadie, una nada... Sólo en este momento en el que el tiempo se adormece puedo ser feliz.

(Nota: lo encontré en un cuaderno de mi pertenencia, algo viejo)

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