Otra vez. No fue

Nuestras miradas se cruzaron tan intenso que no las pudimos retener. Tuviste que arrancarme del humbral y tomarme. Latiendo en sincronía.

Afuera: el mundo no se entera, le jugamos a las escondidas.

De nuevo el aroma de lo que añoraba. Sobre tus labios, las palabras que jamás vas a escuchar salir de mi se escriben inconcientes. Tu me respiras sentimientos en el oído, sin querer.

Mezclados.

Sumergiendonos en lo indecifrable de nuestro mundo, nos volvimos ciegos. Nuestras almas, sobre nosotros, esperan que seamos capaces de resolver este acertijo. Mientras: se apetecen, se abrazan, se sienten... Se fusionan en un grito y luego se consuelan.

Entregadas a nuestro error de no percibir lo que pasa en verdad.

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