Escena 2

-Hola
-Hola. Estoy rendida. Mira como me late el corazón-
-El mio también; no estés tan lejos, ven-
-Estoy cerca, nunca he estado tan cerca de nadie. Asi...Pero otra vez no, no puedo, soy humana, ¿lo sabias?-
-Sé que eres humana, sé que estas hecha de carne recubierta de piel suave como la de un melocotón; sé que tienes ojos que miran y brillan como relámpagos de fuego. Deja que bese así, uno...después el otro-
-Otra vez, anda-
-Me gusta que sean dos, me gustaría que de todo lo que tienes hubiera dos-
-Tengo dos de casi todo, ¿no?-
-Pero no de todo. Anda, ven-
-Repite lo de los relámpagos de fuego-
-¿Te ha gustado?. Así son tus ojos, ¿si o no?-
-Me gusta, sí.. creo que me gusta, sobre todo si lo dices así tan bajito, como si te estuvieras inspirando. A lo mejor si levantaras la voz me parecería un poco cursi-
-Tú me inspiras. Estoy tan a gusto, nunca había estado tan a gusto, ni con el espíritu tan plácidamente ensoñado-
-Estas cansado, eso es todo-
-No, no estoy cansado, estoy inspirado, ido, feliz, creo que me estoy enamorando de ti, de tus ojos...-
-No digas tonterías-
-No digo tonterías. Ahora que estoy así, contigo, creo que seria capaz de escribir un poema-
-Un poema ¿tu?-
-Si, yo, ¿que pasa? ¿crees que no soy capaz de escribir poemas?-
-No se, no te veo escribiendo poemas. Claro que, con lo de los ojos como relámpagos de fuego y lo de la inspiración, se me ha borrado la imagen de empresario modelo que tuve de ti en cuanto entraste en el bar y te sentaste a mi lado en la barra. Parecías un ejecutivo-
-¿Yo?, ¿un ejecutivo?-
-Si, tu, con esa camisa azul celeste, la corbata de Loewe..-
-No decías eso anoche cuando nos encontramos. Ven aquí, anda. ¿Te cuento lo que me dijiste anoche en el bar?. Fuiste tu la que empezó, ¿recuerdas?-
-Si, fui yo la que comenzó, ¿y que? ¿acaso no puedo comenzar, acaso esta prohibido?-
-No, no esta prohibido, al contrario, fue de lo mas excitante. Anda, ven aquí, no seas pesada, ven aquí y te cuento lo que me decías. ¿Recuerdas donde metiste la mano mientras yo te contaba...?-
-Si, claro que me acuerdo-
-Anda, ven-
-Deja, voy a buscar un cigarrillo-
-¿Por que no preparas un poco de café? van a ser las siete y dentro de poco tendré que irme-
-¿Yo?, ¿yo tengo que preparar el café? y..¿Por que tengo que ser yo la que prepare el café?-
-Bueno, solo te lo he sugerido, no te lo ordeno; lejos de mi ordenartelo. Anda, ven, no me hagas repetírtelo mas-
-Así que, ¿tu crees que porque yo he comenzado esta historia y encima te he traído a mi casa tengo que ser la que haga el café?. Pero tu, ¿en que mundo vives?-
-No, no me hagas café. Si yo no quiero café, si de hecho no tomo nunca café, el café me horroriza. Lo he dicho por decir-
-¿ También has dicho por decir esa cursilada de los ojos de fuego o de relámpagos o yo que se?-
-Mujer, ¡como eres!, ven aquí, a mi lado, me gustas, te echo ya de menos y mira lo cerquita que estas, solo a unos metros. ¿Que sera de mi durante el día?-
-Qué sentimental te pones!-
-Es la verdad. Me gusta hacer el amor contigo, no haría otra cosa en todo el día, en toda la noche-
-A mi también me gusta, de verdad-
-Eso, así me gusta, cerquita, no te muevas, por favor, no te muevas. Así, así..-
-¿Volveremos a vernos?. ¿Donde cenas hoy?. ¿Quieres que vayamos a esa terraza que han abierto?-
-Es que hoy..precisamente creo que no voy a poder, de hecho ayer estaba solo en casa, pero hoy ya vuelven todos y no creo que pueda, esto...no creo que puedo cenar..-
-Lo sabia-
-¿Que sabias?. ¿Que no podría cenar?-
-Lo sabia, siempre ocurre igual-
-No te pongas así, yo no te he mentido. Ni siquiera hemos hablado de nosotros-
-¿Ah no?. ¿Crees que hacer el amor no es hablar de uno mismo?. ¿Crees que lo que hemos estado haciendo toda la noche no nos atañe?-
-Claro que nos atañe, pero no nos compromete-
-¡Que cómodo!. Así cualquiera..-
-Eso, así cualquiera, tu , yo, por ejemplo. Por eso estamos aquí-
-Yo no lo veo de esa forma-
-No te enojes. Es cierto, tengo mujer e hijos ¿que le voy a hacer?. No me lo preguntaste. Dale, besame-
-Deja, no me toques-
-Bueno....-
-¡Claro! Bueno, es todo lo que sabes decir, bueno-
-De pronto diga lo que diga parece no gustarte. ¿Por que no nos vestimos y bajamos a tomar un café?-
-¿No decías que el café no te gustaba?-
-No decía nada, olvidalo-
-Te estas vistiendo-
-Claro que me estoy vistiendo, no voy a quedarme a vivir aquí. Tengo ganas de aire y de café también, de CAFÉ, aunque no me guste-
-Yo no bajo-
-Tú verás-

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