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12:38:00
No les dije a mis amigas que tenía otro compromiso esa noche. Y menos a quién veería ni en dónde. Ese hombre que había jurado no volver a ver. Estaba mal. Un hombre emocionalmente ocupado. Sabía que estaba mal. Pero la culpa funcionaba como afrodisíaco.
En una ciudad donde todo pasa tan rápido. En 30 segundos habíamos resucitado una relación que tardó meses en morir. Me daba verguenza admitirlo, pero esa conexión físico-química era una atracción - adicción - muy fuerte. Y a su vez, volver a involucrarme sin saber a donde iba era un gran error.
¿Por qué terminamos? Tenía miedo de que me volviera a romper el corazón, pero le mentí y sólo le dije "tenía miedo". Me respondió: -Yo te extrañé mucho, de verdad.
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